Mona Grey es una niña fascinada por su padre, con quien comparte el gusto por correr y por las matemáticas. Un infarto cerebral deja a éste con sus facultades físicas y mentales mermadas, lo cual supone también para Mona un cambio de vida. Su reacción a la decadencia del padre será aislarse y se privará de todo, excepto de los números, que encuentra por doquier y que le ofrecen un mundo ordenado y con sentido. Llegada a los 20 años, una madre dura la echa de casa porque dice que "ya tiene bastante trabajo con cuidar al padre enfermo". Mona, que empezó pero no terminó los estudios universitarios de Matemáticas, recibe una oferta de trabajo en su antiguo colegio, sobre el equívoco de su supuesta titulación. Vivirá la enseñanza como un reto, intentando transmitir a los escolares su pasión numérica.
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